Si las crisis personales y emocionales se miran de frente puede pasarte como a Perseo con la Gorgona: que te vuelvas de piedra, o puede pasarte que descubras lo que Yo: que los árboles impedían ver el bosque.
Y ahora que lo veo, además al final del otoño, veo que es un bosque magnífico.
Mil gracias a aquellxs que habeis estado ahí.
Habeis sido muy valiosos para mi.
Gracias de corazón.
Gracias de corazón.
Vuelvo.
Aquí los árboles:
Aquí el bosque. Diferentes... ¿cierto?
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